Por fin llegan Los Gringos, una excelente serie, póstuma, del gran guionista Charlier. Con buena documentación adquirida en un viaje a México, una historia de la revolución mejicana, Victor realiza esta serie con cariño, que aparentemente también ha parado, puesto que el último álbum se publicó en 1996.
Los gringos no es un verdadero Western, aunque se le clasifique como tal. Cierto es que tiene muchos elementos del género del Oeste, pero es en realidad un híbrido con componentes policíacos, de espionaje y de simple aventura. La acción se desarrolla en el México de 1912, alegre y ruidosamente desgarrado por la guerra civil. En este marco histórico preciso y detallado, los protagonistas viven unas desenfadadas aventuras exóticas en las que ya intervienen los elementos del progreso que mataron al Western: los aviones, los coches, las armas automáticas y las ametralladoras. Se nota en el tratamiento una cierta nostalgia porque el tiempo pasa inexorablemente y ya no volverá.
Los dos simpáticos y nerviosos protagonistas son Pete, un ladrón de bancos del Oeste, y Chett, un aviador acróbata. Perseguido por la policía, Pete se rinde a El Paso con intención de pasar a México, lo que consigue obligando a Chett a llevarle en su avioneta. Allí caen en manos de los mejicanos, quienes les obligan a trabajar para ellos como mercenarios, y, con las sorpresas de los acontecimientos que se suceden a rapidez vertiginosa, pasan de un bando a otro, viviendo la Revolución Mejicana como unos alegres extranjeros llenos de vitalidad, de ganas de vivir, de valentía... y de ganas de llenarse los bolsillos.
Una obra excelente, bien continuada por el guionista Guy Vidal y tratada con un excelente dibujo que nos ha dejado con ganas de que durara mucho más.
Los Gringos integral
De la Fuente, Charlier y Vidal
- Traducción: Carlos Mayor
- Páginas: 296
- Tamaño: 216 x 286 mm
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